Ford diseñó un prototipo de butaca que mejoraría la seguridad al volante y evitaría accidentes producidos por inconvenientes cardíacos durante el manejo.
La misma es capaz de monitorear los latidos del corazón del conductor a través de seis sensores embutidos en ella que registran su actividad cardíaca a través de la ropa, convirtiendo los impulsos eléctricos generados por el corazón en señales legibles por expertos o software médico. Así, de ser necesario, el asiento advierte al conductor para que busque atención médica preventiva.
También podría usarse para detectar síntomas de otras dolencias como alta presión sanguínea o desequilibrios en los electrolitos.
En pruebas estáticas, entre el 90 y el 95% de los conductores probaron ser compatibles. En tests en movimiento, se comprobó que es posible alcanzar un alto grado de precisión en la lectura cardíaca durante casi el 98% del tiempo transcurrido al volante.
En un futuro, el celular podría ser clave como interfaz para futuras aplicaciones tecnológicas, ya que conectado a sistemas como Ford SYNC con MyFord Touch (que arribará a Europa el próximo año) el asiento podría utilizar el teléfono celular del conductor para avisar a centros médicos de actividad cardíaca irregular. El asiento también podría vincularse a la función Emergency Assistance del SYNC para alertar a los equipos de urgencias del estado cardiovascular del conductor antes, durante y después de un accidente.
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